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¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas logran mantener su esmalte de uñas intacto durante una semana, mientras que las tuyas se astillan el segundo día? Prueba nuestros trucos y consejos de expertos, y lo harás por mucho más tiempo sin chips: ¡lo prometemos!
Prepara tus uñas adecuadamente¡Lo más importante que puede hacer para que su manicura suceda antes de comenzar a pintar! Debe limpiar adecuadamente las uñas de cualquier aceite, loción y humedad para que la capa base se adhiera correctamente. ¿Cómo? Use un cepillo de esmalte limpio o un pincel de maquillaje pequeño para preparar su uña con una mezcla de 70 por ciento de alcohol y 30 por ciento de agua, o simplemente use una base de uñas. A nosotros nos gusta el Chip Skip Manicure Prep Coat de OPI ($ 13) y el Preparador de adherencia Max Carpet de Red Carpet Manciure ($ 4).
Es muy importante que dejes que tu esmalte se seque completamente entre las capas. Esto significa esperar tres minutos completos entre cada capa, incluyendo la base y las capas superiores.
No sopla tus uñasLa humedad en tu respiración puede evitar que tu laca se asiente correctamente. Si debe acelerar el proceso, siga la sugerencia de la manicurista Jenna Hipp y seque las uñas en un lugar bajo y fresco durante unos segundos.
Elija la capa superior derechaDespués de aplicar la capa base y las dos capas de color, busque una capa superior de gel grueso. Esto bloqueará completamente el color. Nos gusta Dior's Gel Topcoat ($ 25) o Vinylux Weekly Top Coat ($ 10).
Cada pocos días, aplique una capa fina, que mantendrá el pulido brillante y rellene los puntos débiles que puedan agrietarse. Algunos expertos dicen que cada dos días es mejor, mientras que otros sugieren cada tres días. Prueba y error le mostrará lo que funciona mejor para usted!
Pruebe la capa protectora impermeable de oxígeno Umbrella Umbrella ($ 20) de Deborah Lippman o la capa protectora seca rápida de Seche Vite ($ 6).
Remojar las manos en agua, como cuando lava los platos, por ejemplo, permite que la humedad penetre en su pulimento, creando virutas. ¿La solución? Un simple par de guantes.